Sabemos que compartir hace referencia a entregar parte de lo que tenemos a otra persona, con el objetivo de disfrutar conjuntamente con ella, tanto cosas materiales como inmateriales.
La capacidad para compartir se aprende, y es muy importante inculcarla y reforzarla con nuestros niños desde pequeños. Es fundamental para nuestra vida, y lo mejor es hacerlo porque realmente queremos y no porque debamos hacerlo.
Cuando pequeños empezamos compartiendo juguetes u objetos de entretención, pero al momento de crecer empezamos a manifestar la necesidad de compartir no solo objetos materiales, también podemos compartir emociones, pensamientos, historias, momentos e incluso (en la mayoría de los casos) deseamos compartir nuestra vida junto a otra persona.
Frente a la necesidades de compartir que experimentan los pequeños, día a día debemos enseñarles a nuestros niños el verdadero sentido de lo que significa la palabra “compartir”, ya que al momento de llegar a la adultez nos servirá para poder relacionarnos mejor con las personas, ser más generosos, tener una actitud más altruista frente a nuestro entorno, y por supuesto, nos llevará a tener más aceptación y afecto por parte, y hacia las demás personas, sin que nos importe su condición.
Como vemos, compartir es una herramienta social muy importante en nuestra vida, y si nosotros tenemos hemos crecido con un concepto errado, podríamos transmitirles mensajes contradictorios y poco favorables a nuestros hijos.
Primero, empezar por compartir con ellos, hagamos ejercicios que nos lleven a compartir actividades que sean entretenidas e interesantes para ellos, también podemos enseñarles juegos en donde hayan turnos, para así, enseñarles a respetar tiempos, como por ejemplo, un rompecabezas, y así, estaremos practicando la paciencia de ellos, al tener que ceder para compartir sus juguetes mediante un tiempo de espera.
Prepararlos antes de que empiecen con sus juegos, me refiero, a que les preguntemos que juguetes le gustaría compartir y cuáles no, con esto estamos trabajando su autoconfianza, y la confianza en los demás, ya que al momento de prestar sus preciados objetos, ellos confunden el “compartir” con “regalar”, y temen a que no les sean devueltos. Por ello es importante que los juguetes especiales estén guardados hasta que él tenga la confianza de poder compartir entendiendo que serán devueltos.
Siempre hay que respetar su decisión a decir no, debemos enseñarle y no castigar cuando se resiste a compartir, conviene reforzar positivamente el querer compartir y no hacerlos sentir egoístas, la idea es que tenga generosidad genuina y no resentimiento al compartir algo.
Es importante hablar con ellos y preguntarles porque no quieren compartir, y también, explicarles que si lo pasa bien con un juguete o una actividad, al compartirla, puede ser más entretenido aún.
Siempre es bueno recordar que nosotros como padres somos su referente, y debemos predicar con el ejemplo para que ellos logren captar mejor el concepto, trata siempre de usar la palabra compartir para que a ellos les sea familiar y no les cueste recordarlo al momento de jugar con sus amigos.
Por: CAROLINA ESPEJO GALLARDO