Desde 1994 que el organismo internacional UNICEF desarrolla en Chile el Estudio de Maltrato Infantil. En su cuarta versión reveló que el 71 % de los niños, niñas y adolescentes recibe algún tipo de violencia por parte de su padre o madre, ya sea psicológica o física. En tanto un 25,9 por ciento es víctimas de violencia grave, vale decir que es amenazado con cuchillos, quemaduras de cigarro y golpizas. Este porcentaje deja en claro que solo el 29 por ciento de nuestros niños y niñas no sufre ningún tipo de violencia intrafamiliar.
La investigación también se enfocó en el impacto que tiene la violencia en los niños, niñas y adolescentes puesto que afecta su desarrollo y crecimiento; una mala relación con sus padres, bajo rendimiento escolar y regular relación con sus pares es el patrón compartido por ellos. Esto conlleva a que sean medicados para mejorar su desempeño y comportamiento escolar y que, en muchos casos, estén expuestos al consumo de alcohol y drogas.
Todo lo anterior se refleja en las estadísticas ya que, en relación con sus padres, los niños víctimas de violencia intrafamiliar tienen entre 20,7 y 23 por ciento una mala o regular relación con su madre y padre, respectivamente, versus el 3,3 y un 5,3 por ciento de aquellos que no viven en violencia. En el rendimiento escolar el 27,8 por ciento de quienes sufren maltrato físico grave han repetido algún curso y el 21 por ciento fue consumidor de medicamentos para revertir comportamientos y notas en las salas de clases. Más alarmante es que un 13,2 y un 7,2 se ha emborrachado y consumido drogas, respectivamente, una o más veces al mes.
En tanto los factores de riesgo que identificó el estudio corresponden a la existencia de agresión entre los padres, dependencia al establecimiento educacional y excesivo consumo de alcohol en el hogar. Esto se suma al abuso sexual, siendo los ocho años la edad promedio en que son vejados. A este punto se suma el género, ya que las mujeres corresponden al 75 por ciento de las víctimas y la condición socioeconómica baja (10,8%) dobla el número de abusos cometidos en comparación con el nivel socioeconómico alto (5,9%).
Pese a estos desalentadores datos, la evaluación comparativa de los índices de maltrato infantil de las versiones anteriores del estudio demostraron un descenso de 8,3 puntos ya que entre 1994 y 2012 el porcentaje de niños y niñas que viven sin violencia ha aumentado de 22,5% a 29%; y el de aquellos que sufren maltrato físico grave ha bajado de 34,2% en 1994 a 25,9% en 2012 lo que refuerza la importancia de educar a los adultos en dejar de lado la práctica culturalmente aceptada de la violencia contra niños, niñas y adolescentes.
El estudio se aplicó a niños y niñas de Octavo Básico de colegios municipales, particulares subvencionados y particulares pagados de las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Metropolitana. El Representante de UNICEF, Tom Olsen y por la Encargada del Área de Protección Legal, Soledad Larraín fueron los encargados de presentar el informe y fue comentado por el Ministro de Salud, Jaime Mañalich; y por el presidente de la Fundación para la Confianza, José Andrés Murillo.
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